Plásticos que dan vida a orillas del río Ozama
- POR ANDREÍNA GERMÁN | eldinero.com.do
- Jun 1, 2015
- 3 min read
Cada viernes, decenas de familias reciben una ración de alimentos por cada tres fundas de desechos

Acuestas cargan la pobreza que les ha tocado vivir. Para amortiguarla, porque no tienen muchas opciones, transportan grandes fundas llenas de plásticos que recogen sin un mecanismo formal para luego intercambiarlas por una bolsa de alimentos. Este es el día a día de miles de dominicanos para mantener a sus familias.
El canje es todo un evento: cada viernes la calle Primera del sector La Javilla de El Dique, en Santo Domingo Este, se llena de personas que reciclan para comer, a la vez que contribuyen con la transformación social y económica de su entorno, en las márgenes del río Ozama.
Esta actividad de reciclaje, que forma parte del proyecto de la Fundación Vida Sobre el Ozama, liderada por el sacerdote católico Manuel Ruiz y con el apoyo del Voluntariado del Banco de Reservas, ha significado un alivio para las familias de El Dique y La Ciénaga.
Mari Esther Cruz Severino, de 27 años de edad, es madre soltera de cuatro hijos y cuenta que con el intercambio de botellas de plástico por comida ha podido mitigar la pobreza en la que vive. Además de canjear los plásticos, también los vende.
“Hay mucha gente que no le gusta recogerlos, otros son muy viejos para eso y necesitan la comida; entonces yo junto suficientes y los vendo; tres fundas por RD$100, a veces me va bien y hago entre RD$700 y RD$500 que utilizo para pagar la pieza donde vivo y comprar medicinas”, dijo.
A sus 60 años, Digna Caro Sánchez narra que desde que se inició el proyecto de reciclaje del padre Ruiz, en diciembre del 2013, se desplaza hacia la avenida Duarte y otras zonas de Santo Domingo a recoger los plásticos que más adelante se transforman en un sustento para vivir.
Según detalla, la bolsa contiene dos fundas de arroz, aceite, habichuelas, espaguetis, salsa, un sobre de leche, sal, azúcar, avena, cinco tablas de chocolate y dos pastas de jabón de cuaba.
“Yo trabajo en casa de familia y lo que gano no me alcanza para mantenerme. No me da vergüenza que me vean recogiendo botellas de plástico en las calles, además de tanta gente que está en el proyecto y como no ha llovido, el río ya no tiene plástico”, agregó.
Orden Cada viernes el voluntariado BanReservas entrega más de 1,200 raciones de alimentos con un costo promedio de RD$450, que recibe un representante de cada familia por medio de un ticket o carnet de identificación.
Del lado de El Dique más de 600 familias tienen carnet y de La Ciénaga son más de 5,000 familias. Por el momento, el canje a estas personas se realiza por secciones y por ticket hasta que finalice el proceso de carnetización.
Reutilización Más del 13% de los residuos sólidos que se producen en el país son de plásticos, que es la categoría más demandada para reciclaje. Al ser más ligero que el papel, vidrio o metal requiere menos combustible para ser transportado y además se aprovecha en su totalidad.
El motivo principal del sacerdote Ruiz, al introducir el proyecto en las localidades aledañas al río Ozama, es que mediante la recolección de plásticos la población ayuda a que disminuya la contaminación.
Según Ruiz, cada viernes se recolectan más de 10 toneladas de plásticos que posteriormente son vendidos a la compañía Hispaniola Green Recycling Corp, ubicada en la zona franca de Moca, provincia Espaillat.
Beneficio para todos Cada día la barriada se involucra activamente en la recolección de plásticos. Para los que viven en La Ciénaga la jornada es más larga, pues tienen que trasladarse en yola para conseguir la funda de alimentos.
Gustavo Antonio Reyes, que tiene una yola, dijo que además de beneficiarse del intercambio de plásticos, los viernes “pica par de pesos” extras cruzando personas por el río.
“Los viernes estamos de risita, y conseguimos más dinero que los otros días porque la gente cruza más veces de lo normal; primero con los plásticos y luego con su funda de comida, por eso optamos por subir el pasaje de RD$15.00 a RD$25.00”, agregó.
Vida Sobre el Ozama. Es un proyecto que surge de la iniciativa del padre Manuel Ruiz con la idea de transformar espacios de desechos en áreas habitables y para mejorar la calidad de vida de los residentes de las márgenes del río Ozama.
El plan cuenta con varios componentes. Además del canje de plásticos por comida, se procura impartir educación básica y formación técnico profesional.
Para la salud se reacondicionó el bote “Fiesta Mar”, el cual sirve de hospital móvil y cuenta con ocho consultorios para ofrecer servicios médicos. Otro barco antiguo fue transformado en una unidad de maternidad.
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